Friday, July 31, 2009

Cuando pase el temblor


En el transcurso de estos días la actividad de interacción con distintos actores dentro del ámbito de infancia no retrocedió. Ante las medidas de protección a la población implementadas por el gobierno uno toma mayores precauciones pero trata de no dejar de lado las instancias de conocer a mas y mas personas e instituciones que buscan contener la creciente desigualdad social.


Es así que estuvimos presentes en la inauguración de la “Casa de la Bondad”, un lugar creado por la Fundación “Manos Abiertas” en donde se le brinda atención a personas de extrema vulnerabilidad social con problemas de enfermedades terminales que tengan un lugar digno con la merecida atención que necesitan sus enfermedades. En el ciclo de charla que se viene realizando en la Universidad Católica sede puerto Madero el académico Joaquín Migliore expuso una singular visión de nuestro actual contexto en donde la participación de los jóvenes es sumamente interesante en cuanto al interés y conocimientos que tienen de algunos de nuestros problemas institucionales.


También conocimos a gente de una organización que se llama “Sumate a dar Vida” en donde el objetivo que persiguen es el de la consolidación de una ley sobre Fertilidad, gracias a ellos, obtuvimos información sobre la constitución de una ONG y que requerimientos se necesitan para llevar adelante nuestro propósito. Nos comunicamos con otros actores que tratan los temas sobre niños y el panorama sobre “El Club de la Colina” no es del todo esperanzador sabiendo de los enormes problemas que tienen actualmente numerosos niños en la provincia.


Para aquellas personas que quieran asistir a charlas sobre la problemática de niños y tóxicos pueden acercarse a la calle Venezuela 1536 a las 9:30 Hs en donde se les dará apoyo en cuanto a bibliografía y métodos de contención, abordaje y intercambio entre organizaciones sobre el tema en cuestión.


Por el momento, en lo que respecta a mi persona, me encuentro asistiendo al Hogar San Javier, ubicado en la localidad de Los Polvorines, en el cual se encuentran cinco chicos judicializados colaborando con los miembros de la institución en la contención de los mismos. Cabe mencionar que ellos son adolescentes y próximamente uno de los internados va a cumplir los dieciocho años, edad problemática para consolidar un proyecto de inserción para este joven. En este sentido estamos elaborando alguna estrategia y gracias a la experiencia de nuestro espacio y el conocimiento de las leyes “en vigencia” se abordará alguna medida que se podría denominar “una prueba piloto”.


Mientras en los medios de comunicación se llama la atención a la creciente fragilidad del sistema de asistencia a los niños y las organizaciones civiles intentan paliar las asimetrías sociales con alternativas de diversa índole, veremos como se desarrolla nuestro desafío de este año, a dos del gran acontecimiento que marcó mi vida personal y que me hizo ser un defensor de las leyes que en la actualidad no se ejecutan ante una justicia lenta que marca las vidas de estos adolescentes en riesgo social.